viernes, 7 de enero de 2011

MOC: La cuna profanada II


Cuando el tercer soberano más poderoso de Asia esperaba el nacimiento de su primogénito, un acontecimiento extraordinario sucedió en palacio. Un escorpión de oro se descubrió en la cuna donde descansaría el primogénito. El grito de la esclava, fue lo que alertó de su presencia, y todos los magos y hechiceros de la corte se apresuraron a hacer conjeturas acerca de las posibles interpretaciones de tal inesperado suceso. De todos los augurios extraídos sobresalió el de un extranjero recién llegado, quien auguró el total infortunio de quien tocara el amuleto hallado.
El sultán ofreció una recompensa de 100 dinares al que se deshiciera del amuleto, y el mismo joven extranjero aceptó. Momentos más tarde ambos desaparecieron. Nadie le vio salir de palacio, nadie les vio desaparecer, pero lo cierto es que no se supo más de ellos...
El mago extranjero había reconocido el escorpión. E intentó lo que muchos otros magos habían intentado: controlar su poder. Sin embargo, a pesar de ser uno de los magos más prometedores de Persia, su magia no fue suficiente, y el mago acabó enfermando y envejeciendo a pasos agigantados. Al final, abrumado por su poder, lo vendió a un joven príncipe de Damasco, advirtiéndole de sus impredecibles poderes.

Su memoria se perdió en el olvido...

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